La cuestión no es saber si uno es o no
inteligente… sino de qué manera lo es.
Cuando somos pequeños, a algunos se
nos ha hecho el test de Binet, que se basa en la evaluación de la inteligencia
de las personas, desde 1903, y nos miden las capacidades lingüística y
lógico-matemática. El valor que nos da este test estandarizado es el Cociente
Intelectual que tenemos cada uno de nosotros.
Pero si nos ponemos a pensar un
poco, sólo un poco, nos damos cuenta en seguida de que las personas con
talentos en música, destrezas físicas, buena gestión de las relaciones
personales, visión espacial,… somos considerados como “no inteligentes”, ya que
estos talentos no nos ayudan a mejorar la “nota”. Tener buena memoria es muy
bueno para sacar buenas notas, así como tener memoria fotográfica, pero
evidentemente dos días después del examen no nos acordamos de nada de lo “aprendido”…
¡Esto a Papá Vader le suena de mucho!
Afortunadamente, en la actualidad se
está empezando a utilizar un nuevo
concepto de inteligencia, como la capacidad para resolver problemas y de
generar o crear bienes que tienen valor en una o muchas colectividades o
culturas.
Papá Vader ha conocido a personas
con 4 carreras, en cada una de ellas como primeracos de promoción, pero que no
tenían ni idea de como llevar a la práctica nada de lo aprendido. Ser muy
inteligente en el estándar lingüístico y lógico-matemático, no te garantiza que
seas un superviviente nato en la selva de la vida.
Por norma general los que tenemos un
gran coeficiente intelectual, solemos equivocarnos con la elección de la
mayoría de nuestros amigos (en la mayoría de los casos estos les repatea que
seamos más inteligentes que ellos y las envidias son muy malas) y a la mayoría les
cuesta mucho triunfar en los negocios. Mientras que estudiantes con un
coeficiente más cercano al 100 (parámetro de la media nominal del Coeficiente
de Inteligencia), han llegado triunfa en el mundo de los negocios o en su vida
personal.
La teoría de Gardner (este nuevo concepto
de Inteligencia Múltiple), tiene en cuanta que aunque con una inteligencia lingüística
y lógico-matemática media, puede llegar a influir al niño su entorno, su
experiencia, la educación recibida, etc. Por ello cada persona puede (o no) tener
un elevado coeficiente inteligente en 8 campos diferentes: Lingüístico, Lógico-Matemático, Musical, Kinestésico,
Espacial-Visual, Naturalista, Intrapersonal e Interpersonal.
Pero los mediocres no deben dar saltos de alegría por
pensar que son brillantes en otros
campos. No debemos confundir tener múltiples inteligencias no encontradas, con
ser un mediocre.
El Mediocre es el que no destaca en nada de todo ello (bueno, a lo mejor en Interpersonal, pero sólo un poco por encima del resto), y se caracteriza por su caradura y ser un mentiroso convulsivo (¿dónde entraría eso?).
El Mediocre es el que no destaca en nada de todo ello (bueno, a lo mejor en Interpersonal, pero sólo un poco por encima del resto), y se caracteriza por su caradura y ser un mentiroso convulsivo (¿dónde entraría eso?).
Papá Vader.