No porque el actor Lionel Stander hiciera esto con un libro en 1942 hay que llegar a la conclusión de que esto lleva a alguna parte / Hulton Archive (Getty)
Realmente la
gente que tiene una difícil comprensión lectora, no “leerá” este artículo, o
simplemente dirán “que chorrada”. Los que no tengan este problema lo leerán, sonreirán
y, terminar de leer el artículo, pensarán “CIERTO”.
Para poder
entender muchas cosas, saber realmente que es lo que está pasando, no es cuestión
de hablar o criticar un tema, sólo porque alguien te lo diga, si no que debes
contrastarla con diferentes fuentes, y a ser posible, de ambos lados de la
información, para poder tener un criterio propio de los temas.
Pero lo que
más me desilusiona de mucha de la información que recibo constantemente por
diferentes canales, es que la gente que la emite, que ha tenido que gastar
tiempo y recursos para buscarla, no sólo no la han contrastado, sino que emiten
un dictamen, cual ley nacional, sin realmente haber entendido que de que realmente
trata la noticia que acaba de comentar.
En octubre del pasado y nefasto 2013, aparece una noticia que a gente le ha sorprendido, pero que a otros nos ha afianzado en nuestra creencia: “Los adultos españoles, a la cola de OCDE en comprensión lectora” (Clicar aquí: http://www.lavanguardia.com/vida/20131008/54390687357/adultos-espanoles-cola-ocde-comprension-lectora-matematicas.html).
Este informe sitúa a España a la cola, junto con Italia, de los países europeos comprensión lectora y en matemáticas, y el nivel de rendimiento de sus ciudadanos adultos se sitúa el no entendimiento del gráfico del recibo de la luz o a no comprender textos complejos, ya no con fabulas o parábolas, que debe entenderse la lección que nos intentan dar, sino ya en lecturas como cuentos o novelas con una trama densa, pero sin llegar a la complejidad.
Todo ello
quiere decir que la mayoría de la gente no entiende lo que está escrito. No es
que su léxico, su cantidad de palabras conocidas sea tan sumamente escasa que
no saben lo que el escrito quiere decir (que en algunos casos sí que es así),
sino que desgraciadamente ni con las palabras conocidas, el lector entiende
correctamente el contexto y lo que se está contando o explicando en ese artículo
o novela. Si a alguien con una comprensión lectora algo mermada se ha leído un
libro que esté de moda (“si lo lee todo el mundo, yo no voy a ser menos”), por
ejemplo de espías, si le pregunto de que va, sólo son capaces de decirme “pues
de eso, tío, de espías!!” pero con la expresión de ser yo el que no me he
enterado de que va el libro (y eso que soy el que no se lo ha leído…), pero no
saben decirme ni tan siquiera de que va la trama principal. Incluso hay gente
que dirá que es para no hacer spoiler del libro, pero yo eso, a estas alturas,
en muchos casos, en la mayoría de los casos, ya no cuela.
Pero
volvamos a lo que importa, a la comprensión lectora. Veamos la diferencia entre
leer y entender. O lo que es lo mismo ¿Qué es “comprensión lectora”? La comprensión
lectora es la capacidad para entender lo que se lee, tanto en referencia al
significado de las palabras que forman un texto, como con respecto a la
comprensión global del texto mismo. No es lo mismo saber lo que significa cada
una de las palabras, que lo que significa el texto que forman esas palabras.
Es por ello
que la novela de corte juvenil está
triunfando tanto en nuestra sociedad (frases cortas, tramas simplistas, o únicas tramas ligeramente complejas,...) , en contra de lo que hace 30 años
triunfaba, los libros de autor o con contenido algo más profundo (Hess, Camus,…), en las que se debatían temas existenciales o novelas con multiples tramas complejas y entrelazadas.
Y aun así leen poco. La gente de difícil comprensión lectora, cuando les
comentas porque leen este tipo de libros, más juveniles, aunque ya tienen
cierta edad avanzada, ya no sólo contestan que es por un tema de gustos, sino
que además te contestan en medio de risa infantil, qué no les gusta los
libros “más cultos”.
Tengo un
amigo que con sus casi 80 años, se funde un libro cada 15 días , si es algo “gordo”
o una semana, si es más ligero. Da igual de que va el tema. El sólo lee las
temáticas que le gusta (política, historia, espías, policiacas, conspiranoicas
internacionales,…), o de autores de renombre. Y si a día de hoy le preguntas
por un libro que leyó cuando tenía 20 años, todavía es capaz de hacerte un
resumen de él. Ya no es que tenga buena memoria para su edad, sino que ha
comprendido perfectamente todos y cada uno de los libros que ha devorado.
Hablando con
algunas editoriales nuevas que han surgido desde hace poco, me comentan que el
libro de literatura culta, cuesta en salir; la de aventuras cuesta algo menos
en salir. Ahora bien, si en cambio es un libro lleno de fotos, esta se vende de
fábula; siempre y cuando el texto que hay en él no exceda de la tercera parte
del total del libro; realmente somos sólo 2 ó 3 tontos, los que nos leemos esa
parte de estos libros de imágenes.
Hay gente
que además de este problema de lectura, le sumamos que cree saber lo que el
escritor ha querido decir, por ser de una tendencia política determinada o porque
su ideología choca con la propia, muy posiblemente no entenderá (o no querrá
entender) que es lo que ha escrito.
Cierto es
que la gran mayoría de los que tienen dificultad de comprensión lectora, suelen
escribir muy poco y se apoyan mucho en imágenes y en frases cortas de, como
máximo, 3 líneas escritas (iba a decir de 5 palabras juntas, pero creo que eso
es pasarme un poco y no creo que estemos tan a la cola a nivel mundial).
La falta de
comprensión lectora también suele pasarle a la gente cuando realizan una
lectura en diagonal, porque con ello creen haber entendido TODO el escrito.
Leer en diagonal es una técnica de lectura rápida de un texto que sirve
básicamente para poder quedarte con las palabras importantes de una forma
rápida y poder tener una idea general del contenido del mismo. Esto no sirve
para poder entender o comprender correctamente un texto ni poder sacar
conclusiones de él, sino para poder tener una idea global muy acertada de lo
que va el tema en cuestión; algo que para exámenes es perfecto. Es básicamente
una técnica para estudiantes y para gente que debemos estar leyendo mucho por
nuestra profesión. En este último caso, los profesionales de multitud de campos
constantemente están utilizando esta
técnica, no con la intención de aprender todo lo que les cae en las
manos (hay quien lo hace porque así lo cree, y después van diciendo que han leído
esto o aquel libro/artículo de fulanito o de menganito, aunque no saben
resumirte ninguno de los títulos que dicen haber leído, ni el más reciente hace
media hora), sino para poder discernir que es más o menos importante para poder
invertir su costoso tiempo en leer eso u otro artículo, si le es importante
para su profesión y trabajo o si es un tema banal, sin importancia. Si es
importante, entonces lo leen de la forma tradicional: palabra tras palabra,
parando de vez en cuando para entender que es lo que han leído, y si no lo han
entendido, volverlo a leer, como todo hijo de buen vecino, como nos han
enseñado a todos a hacerlo en la escuela (¿A ti no te lo han enseñado así?
Aibá!!).
A parte de
este tema de lectura en diagonal, que algunos creen que así es como más se
puede saber de todo, queda la parte más lógica que es la de entender las
palabras que estamos leyendo. Y eso se hace teniendo como mínimo un diccionario
a mano para ello (y si somos tan ecológicos como para no tener ni un
diccionario de bolsillo en casa, os recomiendo visitar http://www.rae.es/drae, web de la Real
Academia de la Lengua Española, en la que se puede consultar tantas palabras
como deseemos hacerlo). Muchos de los que se quejan de fulanito o menganito, a
veces no es por una mala comprensión lectora, sino porque no entienden las
palabras que se han utilizado en los escritos y “creen” saber qué es lo que
significan. Y hay mucha vergüenza por parte de gente por reconocer que deben
usar un diccionario, cuando son mayores de 20 años (y si tienen más de 30, ya
ni te cuento).
Papá Vader lleva
más de 30 años usando casi cada día el diccionario, ya que muchas de las
palabras que usan los políticos y los escritores y periodistas, no las conoce. ¡Y
no veas la de sorpresas que te puedes llevar!, ya que hay gente que usa
palabras que realmente no sabe ni lo significan.
Si esto lo
trasladamos a las redes sociales, las peleas ya están aseguradas!!! Está más
que demostrado que en cualquiera de las redes sociales existentes, la mayoría
de gente no lee lo que pone nadie, solo miran las fotos que se cuelgan en ellas
y, si tienen algún amigo, no hace falta
leer lo que dice (incluso cuando no pone ni una miserable foto), por el simple
hecho de ser un amiguete, se pone el recurrente “me gusta” y ya se queda bien
con el amigo. Si no entienden lo que quien sea que ponga, se callan. Si alguien le defiende, como no
saben leer y suelen ser muy mal pensados, atacan al que le defiende, por no entender nada.
Papá Vader
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