Llevo un
tiempo viendo como hay gente que se esfuerza por ser, lo que ellos y sus compis
se esfuerzan en llamar “cool”; “Que cool
que es”, “viste muy cool”, y otras
frases similares, es lo más habitual en estos últimos años aciagos en los que
vivimos de falsedad y banalidad.
Según en ciertos ámbitos, ser “cool” es sinónimo de «personaje equilibrado”,
la que parece que siempre tiene la situación bajo control, con un estilo propio
y personal. Es como se podría definir como un «rebeldes con éxito».
En USA se denomina Cool a aquellos que tienen una visión artística
original, que realizan con un estilo personal. Pero también encarna una
rebelión o transgresión cultural, sin necesidad de esa faceta artística.
En España se
esfuerzan a veces en un vano intento fútil por ser esa persona que realmente no
es, la que siempre aparenta ser perfecta, la que siempre tiene razón, con
suerte, enrollado, popular, tranquila. Pero todavía los “cool” van más allá de
los errores lógicos del pensamiento racional, ya que muchas veces se considera
cool al Modelno de turno (si, con “L”, ¿pasa algo?), pero como “moderno” tiene
una connotación un poco despectiva o burleta, por ello es mejor que autodefinirse
“cool”.
Realmente ser
cool tendría que ser más aproximado
a ser un superviviente social, pero últimamente se ha vuelto en algo puramente
banal, dependiente del grupo al que pertenece, a que le rían las gracietas y a
que aplaudan sus estupideces. Se incluye la actitud, el comportamiento, la
apariencia física y un estilo atrayente. Estos valores adquieren un valor
estratégico dentro del grupo al que se busca pertenecer o liderar. Y algo que
muchos cool españoles suelen no conocer, que ostentar y presumir de ninguna
manera es cool, es realmente anticool aunque
muchos de los “cool” si lo hacen.
Vestir o hablar tal como marca la moda no es ser cool, ya que se
debe estar un paso por delante. Actualmente cool ya no es una filosofía, una
forma de pensar. Sólo es una cuestión de apariencia, de novedad, reinventarse a
sí mismo, tener un toque de intelectualidad, una naturalidad irreverente o más
bien, un atrevimiento para ser diferente que el resto.
Ser cool o “moderno” es un concepto de algo nuevo e
innovador, pero que en nuestra sociedad, en la que tenemos cada día, no la
sociedad fuera de USA o de el resto de
Europa, no, en la nuestra, es un concepto no contrario, pero si muy diferente. Más
tenemos que tener en cuenta que estar a la última ya no es ser modelno ni cool,
sino transmoderno, pero esto es otra historia. Y esta nueva faceta, este nuevo
cambio, nuevo paradigma, es lo que asusta a los modelnos, a los cools.
Ser Cool es el líder de
todos los que visten, hablan y piensan igual y se convierte en el guardián de
ese pensamiento de esa forma de pensar, de ese grupo (incluso casi tribu); el guardian
para que nada cambie en ningún momento, el guardian para eliminar a los
elementos diferentes, pensadores, cambiantes, dinamizadores. Ser Cool en nuestros días es sinónimo de ser
conservador.
A Papá Vader los Cool o modelnos le traer sin cuidado, siempre que no
vengan a tocar las naricillas. Si estos nuevos predicadores de lo “guai” realizan el canto de sirenas para
que la gente perdida caigan en sus redes, pues vale, pero a Papá Vader ni
tocarlo. Hay gente que buscan lideres, buscan
mesías, buscan Papis que los protejan,
que les digan a donde deben ir y que deben hacer (Niño, deja ya de joder con la
pelota; niño, esto no se dice, esto no se hace, esto no se toca). Buscadlos sed
otras personas no sed vosotros, sed seres sin personalidad, sin decisión, sin
conocimiento de lo que está bien y de lo que está mal.
Y mientras existan niños perdidos, desgraciadamente modelnos o cools seguirán
existiendo.
Papá Vader
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