Y ahora toca hacer los deberes
en vista al año que entra.
Debemos hacer la lista de los
diez buenos propósitos que deberemos realizar (como cada año) para que todo
vaya bien.
Como por ejemplo:
- Hacer ejercicio.
- Dejar de fumar.
- Buscar un nuevo trabajo.
-…
Seamos serios, por favor.
¿Cuántos de vosotros habéis hecho
esta lista cada año? Y ahora no vale decir “no, yo no la he hecho nunca”, ya
que casi te la imponen en el cole los profesores, como ejercicio para poder
autoconocer nuestra perseverancia y fijación por objetivos.
Bien, ahora que todos habéis
contestado “yo”, en un ataque se sinceridad sin precedentes en muuuucho tiempo,
viene la fatídica segunda pregunta: ¿Cuántos de vosotros habéis cumplido con la
lista?
¿Y con el 50% de la lista?
¿Y sólo con una de los prósitos?
Si alguno ha contestado “yo” en
las dos primeras, permitidme que lo dude totalmente. No es nada personal, pero me
es imposible creérmelo. Si alguien ha contestado “yo” en la tercera, puedo
cuestionarlo, pero puedo llegar a creérmelo como cierto.
¿Y cuál es el problema de que no
se cumplan nuestras expectativas de promesa? Os lo dire pronto y rápido: los
profesores.
No es que sean malos e
inmisericordiosos, es que o lo han explicado mal, se lo han explicado a ellos
mal y os lo vuelven a contar mal, o el día que lo explicaban vosotros no
estabais presentes. Posiblemente sí que estabais físicamente en la clase, pero
como suelen contarlo uno de los últimos días de escuela antes de fin de año,
vuestras mentes no estaban presentes.
Entonces ¿es mentira que la
lista funciona? Realmente la lista funciona, pero debe hacerse de forma coherente
y con un alarde de sinceridad con uno mismo, que pocos sois capaces de hacerlo,
francamente. Y visto lo visto como actúa la gente en las redes sociales, sinceridad
es precisamente lo que menos abunda últimamente en España. Hipocresía y
autoengaño, lo que más.
Se debe tener en cuenta que esta
no es una lista de objetivos metafísicos, menos aun si no se tiene ni idea de
lo que significa esa palabrota, por lo que “piensa en grande y obtendrás en
grande” sin un preámbulo antes y acostumbrar a la mente a fijar objetivos y a creérselos,
mal vamos para apuntar muy alto.
Pero mejor dar las cuatro
nociones básicas para poder hacer que la lista funcione correctamente.
Lo primero que debemos tener en
cuenta es saber qué es realmente lo que queremos conseguir u obtener en la
vida. Da igual lo que sea (dinero, fama, tranquilidad, estabilidad, fiestuquis
a doquier,…).
Lo siguiente es saber si estamos
dispuestos a esforzarnos a llevar los objetivos hasta el final o a dejarnos
llevar por lo que salga, la vida fácil y el no importar como seamos realmente.
Y sobretodo hacer una pequeña
parada de 5 minutos, momento de sinceridad con uno mismo, para saber cómo somos
realmente (un cabrón irremediable, un irresponsable, alguien que sabe reconocer
sus errores y sus responsabilidades, un cantamañanas, un currante nato,…).
Y ahora es cuando podemos hacer
la lista de lo que podemos querer. Pero no empezaremos esta lista con el
objetivo final, si no sabemos si el primer paso podremos o sabemos darlo.
¿A
que me refiero?
Por ejemplo, si queremos dejar
de fumar, y lo ponemos así en la lista, lo más seguro es que a final de año
pasemos de fumar una cajetilla de tabaco cada dos días, a dos cajetillas cada día. Lo que
podemos plantearnos primero es “reducir el nº de cigarros al día”. Si esto
funciona, muy posiblemente al final de año habrás incluso dejado de fumar o
casi. Esto es debido a que cada vez que lees la lista, te imprimirás a fumar un
poco menos de cómo lo hacías días atrás, hasta que llegues a fumar uno o dos a
la semana, como mucho.
Por cierto ¿alguien escuchó al
profesor cuando dijo que esta lista se debe releer periódicamente? Esto no significa
una vez al año, sólo después de haberla escrito, sino que significa que entre
una y dos veces al mes hay que autorecordarse la lista, tener presente cada una
de las líneas de los propósitos, ver si se ha cumplido alguno, si nos hemos
desviado de otros y, si uno desea, rellenar la línea que ha sido conseguida,
por un nuevo objetivo.
La forma de escribir, sea por
primera vez, o a partir de ahora, es de forma realista. Estos pueden ser unos
ejemplos, aunque podrán ser infinitos, dependiendo de cada persona, de sus sueños,
necesidades y objetivos a plantearse en la vida:
Objetivo final
|
Forma de ponerlo
|
Ponerme cachas
|
Empezar a ir a
un gimnasio (si no empezamos por este sencillo punto, ponernos cachas de la
noche a la mañana, va a ser que no).
|
Conseguir un nuevo
trabajo.
|
Mantener el
trabajo actual (lo siento, esto es lo más realista en estos momentos, y como
dice el dicho “es mejor loco conocido…”).
|
Conseguir un
mejor puesto de trabajo.
|
Empezar a
formarme en alguna especialización para conseguir un mejor puesto de trabajo
(Los mejores puestos, por acción divina, no suelen caer solos, a menos que
seamos familiar del gerente, sino debemos ayudar formándonos).
|
Encontrar la
pareja de mis sueños.
|
Empezar a
conocer gente nueva y quedar con ellos (lo otro, casi seguro que sale solo,
palabra; aviso: internet no ayuda a ello).
|
Ser feliz (una
de las que siempre aparecen en las listas, como si fuese algo imposible de
alcanzar)
|
Empezar por
despreocuparme de lo que dicen o dirán de mí (aviso, esta es la parte más difícil
de todas; muchas veces se necesita ayuda de un psicólogo para poder hacerlo,
y no es una exageración, que para eso están estos profesionales).
|
Viajar por el
mundo.
|
Empezar por
visitar los lugares bonitos cercanos a mi ciudad (conozco gente que ha
visitado Nueva Zelanda, pero desconocen los Pirineos; y es mucho más barato).
|
Leer un libro a
la semana.
|
Empezar por
comprar algún libro y conseguir leerlo antes de fin de año (seamos realistas,
si eres homo internetensis, poner el objetivo de la izquierda será misión
imposible; en cambio si compras el primer libro y terminas leyéndolo, descubrirás
un mundo nuevo). Los siguientes libros, poco a poco, irán cayendo.
|
Cambiar el mundo
(otra de las que, de por sí, son algo imposible de alcanzar)
|
Empezar por
apoyar los movimientos que podrán cambiar el mundo, aunque sea dando mi firma
(por ejemplo).
|
Dejar de fumar
(la que todo fumador siempre pone a principio de cada año).
|
Reducir el nº de
cigarros al día (si, ya se que lo he puesto antes como ejemplo, pero es que
es tan típica…).
|
Tener mucho
dinero (como todo el mundo, vamos).
|
Empezar a no
comprar compulsivamente todo lo que veo anunciado (o empezar a ahorrar el 10%
de mis ingresos, o no beber una cerveza a la semana y guardar el dinero en el
cerdito, o…)..
|
Estos podrían ser los 10 propósitos
de la mayoría de vosotros.
Y ¡Ale!, a hacer el vuestro,
pero de forma realista (que no es lo mismo que pesimista, cuidadín) y a
releerlo para hacer un seguimiento la misma.
Saludos.
Papá Vader.
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