sábado, 4 de julio de 2015

[Genera] Asociaciones con Ansias de Poder



Llevo un tiempo leyendo artículos referentes a la cultura en época de crisis, y existen voces críticas que claman sobre el “mangoneo” que existe entre ciertas personas relevantes de la cultura que, afortunadamente van desapareciendo poco a poco, en forma de nube de escándalo, que explota y desaparece, igual que una lluvia de verano, pero con la fortuna que esa persona o asociación ha desaparecido.



Y dentro de la cultura nos podemos encontrar una vertiente más “bastarda” para unos y “hermana pequeña legitima” para otros tantos: las actividades culturales de ocio. Como por ejemplo jornadas de recreacionismo histórico, rol y Wargames, entre otros muchos, pero sobre los que me moveré en este artículo.



El motivo de escribir “de nuevo” sobre este tema cultural es que tras leer en el último año los “ladrocinios” que hemos sufrido por ciertas personas del ámbito cultural, al hablar hace un par de días con una persona que empieza a ser conocida en ciertos aspectos dentro de este mundo de la cultura, mi hija Leia, me ha entrado el gusanillo de hablar de este tema. 
Si miramos un poco hacia atrás (algo que pocas veces suelo hacer), observo que ya creé un poco de antesala de este tema en los artículos “Las Repúblicas Bananeras” (enero 2012 http://papavader.blogspot.com.es/2012/01/las-republicas-bananeras.html) y “El automedallismo” (Abril 2012 http://papavader.blogspot.com.es/2012/04/el-automedallismo.html), pero esta vez entrando además del tema de las asociaciones, también desde la vertiente “cultural”, o mejor dicho, con la escusa “cultural”.



Para poderme explicar bien, que se pueda entender, que haya gente que se de por aludido, pero sin intención de ofender a nadie, pondremos como ejemplo a la “Asociación de jugadores del Gambisino”.



Imaginemos que somos unos pocos aficionados que jugamos al Gambisino, pocos, posiblemente 2 ó, con mucha suerte 3, y nos enteramos que el gobierno autonómico de nuestra comunidad, facilita subvenciones para las asociaciones que sean y tengan presencia a nivel autonómico, pero estas subvenciones son de un capital tal, que al nivel de las jornadas a las que solemos hacer, nos sobraría dinero para un montón de cosas más, como pagarnos los transportes de punta a punta de la comunidad, para ir a representar nuestra asociación en otras jornadas, los bocatas y comidas de estos desplazamientos (hombre!!, el bocata de jamón serrano curado de media mañana, que no falte, porfa please!), ni haciendo nosotros además unas jornadas de interés autonómico, podremos agotarla. 
Nos damos cuenta que, además de esta cuantiosa (o no) aportación del estado, podemos “ratear” material completos a los fabricantes de los juegos de Gambisinos, con la excusa de poder hacer demos desde la asociación.



Bien, después de hacérsenos la boca agua ante esta expectativa, resulta que somos de un pueblecito periférico y no de una ciudad importante, por lo que casualmente somos la única asociación de Gambisinos, no sólo del pueblo, sino incluso de la comarca o de la región. Por lo que nos podemos encaminar hacia los políticos de turno y decirles que existen la ostia y media de jugadores de Gambisinos en la comarca, en la región, incluso en la autonomía, por lo que si nos ayudan a conseguir las subvenciones, el político de podrá ponerse la medalla de turno por algo que haremos nosotros. 
Siempre que el político no sea el tercer socio, porque sino el chollo es redondo redondete.



Y ahora viene la parte lígeramente complicada, pero que si le metemos mucho morro, puede cundir durante 4 años como poco. 
Esto es el conseguir que todo los que se haga en la comunidad autónoma sobre actividades de juegos de Gambisinos, aparezca nuestro logo por doquier. 
Esto se consigue prometiendo cosas, aunque sepamos que no las vamos a cumplir, las que sean, a quien monte una jornada de Gambisinos, desde darles nuestro apoyo moral (por si cuela), pasando por jurarles que pondremos una mesa explicando que y quienes somos, intercediendo con algún fabricante o varios de Gambisinos, montar mesas de demos de Gambisinos (incluso la próxima versión de Gambisinos voladores, que dicen que saldrá a los 2 ó 3 meses después de la jornada), hacer presentaciones de la asociación, etc, etc. 

¿Y dónde está el truco?, pues bien fácil, cuando el incauto ha puesto nuestro logo en el cartel anunciando las jornadas, bien como colaborador, como asociación participante, como patrocinador (esto puede ser un golazo de los de antaño) e incluso, poniendo mucho morro que aparezca nuestro logo entre los organizadores, se envía un mensaje indicando nuestra imposibilidad de poder estar presentes, primero en las reuniones en las que nos hayamos comprometido, y luego otro mensajito diciendo la imposibilidad de poder hacer las gestiones prometidas y finalmente otro indicando nuestra no presencia en las jornadas, con escusas personales inventadas cualquiera (la tercera o cuarta vez que muere nuestra abuela, el coche de pedales que se ha estropeado, la huelga de metro de mi pueblo,...). 
Una vez hecho esto, hayan quitado al final el logo o no de las asociaciones presentes, podemos pasar el informe a la junta que nos da la subvención, con el cartel antiguo, en el que sí aparece nuestro logo, diciendo que hemos sido la reostia de activos y que los desplazamientos han sido "Equis" euros y que la comida otros "Equisx3" euros. 
No hemos gastado ni un céntimo, pero para los que dan la subvención, les consta como correcto. 
¿Y donde irá ese dinero de la subvención que realmente no se ha gastado, pero que no puede quedar en la cuenta donde está la subvención?… pensad un poco y acertareis.



Si esto empieza a funcionar, también se puden hacer unas jornadas "OFICIALES" de Gambisinos, en los que se “obliga” a los jugadores a jugar sólo a los reglamentos que nosotros queramos, sin importarnos si existe tres o treinta reglamentos diferentes para jugar a ello. Un ejemplo claro lo tenemos en los juegos de la Segunda Guerra Mundial (y ahora pongo un ejemplo real, para que se entienda). Imaginemos que decidimos hacer una jornada y como el fabricante de Flames no ha entrado en nuestro juego de regalarnos material, decidimos que FoW no se juega en las jornadas y que el juego estrella será el que tiene el fabricante ToofarLardies, porque sí han entrado en nuestro juego y nos han regalado un manual de cada, para que podamos “hacer demos”. 
Por ello todos los asistentes podrán jugar a lo que quieran… PERO, sin poder usar los manuales que pongamos en una lista determinada (los reglamentos en los que los fabricantes no han querido entrar en nuestro juego, evidentemente).



Una vez creada esta lista y hemos realizado un par de años estas jornadas, suponiendo que además hemos tenido un buen resultado de asistencia (o nos inventamos la cifra, ¿quién lo va a poder confirmar? jejejeje), podemos dedicarnos a “obligar” a todas las asociaciones de Gambisinos a que acepten “nuestras normas” y que para poder hacer una demos de lo que sea, antes nos llamen para poder dar nuestro consentimiento.



Que bonito, ¿no?



El problema viene por un pequeño detalle que no hemos tenido en cuenta: LA GENTE PIENSA Y RECUERDA.

Y no sólo piensa, sino que si les “obligamos” a que te hagan las cosas en nuestro nombre y los tratamos a pedradas, entre mal y peor, y no le damos una palmadita en la espalda, la gente empieza a decir “que trabaje nuestra madre”, por  ponerlo de forma extremadamente suave.



Si una asociación monta una jornada en la que le aseguramos que iremos, pero o no vamos o a mitad de la jornada desaparecernos sin decir ni pio, en una primera vez, no pasa nada. Si está práctica la repetimos más de una vez con los mismos clubs, estos dejan de querer poner nuestro logo, por lo que a partir del tercer año, empezamos a tener realmente problemas, ya no sólo porque nos baja el número de nuevos socios que puedan apuntarse y pagar una cuota (ah!, esta parte no la había contado, pues es otra forma de que entre “pasta gansa”, teóricamente, sin ofrecer nada a cambio, ya que lo deben hacer y de gratis, los asociados y otros clubs y asociaciones de la Autonomía), sino que los que durante los años anteriores han ido de buena fe y nos han puesto el logo en el cartel, al ver que dan mucho pero no reciven nada de lo prometido a cambio, se dan de baja y dejan de pagar cuota y de asistir a eventos en nombre de la Asociación de Jugadores de Gambisinos.



Pero como durante el primer año y posiblemente durante el segundo todavía ha dado pasta, los dos amiguetes, siguen con la historia, porque se piensan que es un chollo. El tercer amiguete, el político, muy posiblemente, al ver que todo lo prometido puede salir en perjuicio, desaparece de la asociación, como una cosa rara (sarcasmo, ciudadín!), más que nada para que no le salpique y se queme dentro del partido.



A partir de este momento suceden tres cosas.

Primera: la Asociación empieza a hablar mal de todo el que no colabora directamene y que puede favorecerles (y no perjudicarles, claro está).

Segunda: para no perder a los socios, deciden que los socios no paguen cuotas, porque de esta forma pueden manipular el numero de asociados, de cara a los que dan la subvención principal,

Y tercera: piden una nueva subvención, independiente de la principal, para crear merchandising de la Asociación de Jugadores de Gambisinos. Y para hacer creer a los que pagan la subvención principal, hacen fabricar miles de camisetas (3, 4 ó 5.000 camisetas son buenas cifras) y/o chapas/pines, con el logo o con algo conmemorativo de los 37 años de la última batalla de los Gambisinos, para hacer creer que tienen o pueden tener esa cantidad de socios en la asociación, para alargar un año más la adjudicación de la subvención.



Lo que está claro es que esta asociación ha muerto hace mucho tiempo, desde el momento que se enfila el ansia de poder y dinero.



¿Cuántas asociaciones Papá Vader ha visto como lo aquí descrito?, desde 8 ó 9 “federaciones” no federacionales, que querían (obligaban) a apuntarse a todas las asociaciones de un ocio en concreto, más 10 ó 12 asociaciones “pseudofederaciones” (e insisto, no federacionales), y otras muchas asociaciones monotemáticas, como la de juegos de Gambisinos (si no he visto unas 15, habrán sido unas 20), y todas han actuado exactamente igual. Unas por la pasta de las subvenciones (las que menos) otras por el ansia de poder y de hacerse sus integrantes un nombrecito dentro del sector del ocio (y después de 3 años, ni diosh se acordaba de sus nombres).



Lo que si debemos tener en cuenta, muy en cuenta, es que cuando una asociación de estas características aterriza, en menos de un año ha destrozado el sector del ocio en el que se asienta, crea mal ambiente, hace que amigos y conocidos de diferentes asociaciones se enfaden durante largas temporadas, ………………….. (poner en la linea de puntos, cualquier cosa que pueda “joder” al mundillo que sea y también lo acertaréis), etc, etc. 
Si nos fijamos en algún país civilizado europeo, también tendrán sus cosillas, claro está, pero cuando hacen algo en concreto, no existe una asociación que quiere manejar el cotarro de forma solita, sino que se unen en el bien de la afición, del hobby. Un ejemplo claro son los renactors franceses y alemanes, que cuando llega, por ejemplo, el 6 de junio, montan un espectáculo en Normandía, en la playa Omaha, no siendo una única asociación la que dirige el cotarro, sino que crean una organización conjunta para poder traer al máximo de renactors de todo el planeta. Y al final no hay uno que se ponga la medalla, sino que TODOS se felicitan por el trabajo realizado en equipo.



Pequeña diferencia.



Papá Vader





martes, 23 de junio de 2015

Papá Vader de Mudanzas



Por Avatares de la vida, ¡¡POR FIN!! Papá Vader se cambia de casa. De la Estrella de la Muerte 1.0  a Estrella de la muerte 2.0. De una Estrella de la Muerte antigua, con exceso de gente por todas partes  y extremadamente ruidoso, a una Estrella de la Muerte con poca gente y silencioso, muy silencioso. Bueno, actualmente con las obras de la mudanza, con mucho ruido, martillazos y chirriar de metales; lo típico cuando se llega a una hogar nuevo.

Y es por ello que Papá Vader lleva unos días de buen humor y no desea escribir nada.

Pero en cuanto acabe todo el traslado, Papá Vader volverá a no dejar títere con cabeza, con energías renovadas y con una sonrisa, nuevamente, en la cara (no la veréis, pero la tengo).

Pero todo ello lleva para unos 15 días o 3 semanas, dependiendo de lo que me tarden los técnicos en ponerme las antenas de conexión con la galaxia. Y si, entre que los contratistas de los contrastas están de huelga, entre que los primeros no se enteran de la faena encargada por los cuartos y que los terceros, por estar en huelga, no se lo dicen a los segundos, la Estrella de la Muerte sin barrer e incomunicada. En el fondo eso es bueno, ya que nadie me incordia con problemas de planetas que explotan, con sistemas que se revelan, ni con que quiero de postre para la reunión del próximo jueves con Grand Moff Tarkin, por lo que el trabajo del traslado de Estrella a Estrella (y tiro porque me toca), se puede hacer más rápido y sin interrupciones tediosas de ningún tipo.

Lo único que sigue interrumpiéndome es de vez en cuando siento una gran conmoción en la Fuerza. Como si millones de voces gritaran de terror y luego… fueran silenciadas. Temo que ha ocurrido algo horrible, y yo sin saber que a pasado… Si es algo malo, muy malo, me enteraré tarde o temprano, si es una chorrada, como el final inesperado de algún Reality Show, me enteraré antes de lo previsto, como siempre.

Papá Vader.

sábado, 9 de mayo de 2015

El buen rollismo ataca de nuevo.



Hace  ahora un año, copíe un artículo que a Papa Vader le gusto muchísimo , por lo acertado que me pareció, que era “La invasión de los Buenistas” (http://papavader.blogspot.com.es/2014/04/la-invasion-de-los-hijoputas-buenistas.html). Pero ahora tengo que poner algo con mis palabras.

Aunque cada vez soy más tolerante a este tipo de gente (aunque creo que me estoy volviendo más inmune a ellos), pero sigo encontrándome con los “buen rollistas”, aquellos que van con la sonrisa en la boca, los que se llenan la boca diciendo que les gusta el buen rollo, te dicen cosas que realmente quieres oír y en cuanto te despistas un poco… ¡Zasca! Puñalada que te crió.

Después de hablarlo con gente que saben del tema, realmente he llegado a la conclusión que los “Buen Rollistas” son manipuladores natos, que quieren a toda costa que hagamos lo que ellos quieren y si no patada y al Nilo, que se nos coman los cocodrilos.

Hace poco me encontré con una gente que querían que entrase en un proyecto, contratar mis servicios. Pero como no lo tenía muy claro, les dije muy educadamente que no me interesaba y que no podía dedicarme al proyecto que me pedían, y mucho menos en las condiciones que estipulaban, en especial los Timings de entrega.

Después de mantener una conversación de casi dos horas, en las que les indique me iba de la misma en tres ocasiones, al final acepté, ya que las condiciones para poder estar en el proyecto fue que yo sería el jefe del proyecto, que hicieso lo que realmente creia que sería lo que tenía que hacerse, que los timings del proyecto los ponía yo y no ellos, el importe sería el que tenía que ser,… vamos, algo con cara y ojos. Con la única condición que tenía que concretar el proyecto con el responsable del área tecnológica de la empresa.

Como seguía sin tenerlo claro, quedo con el responsable del área en cuestión y le empiezo a hacer preguntas sobre de que iba realmente le proyecto, y que resultado final desean que tenga el proyecto. Aunque esto ya lo había hablado con el “teóricamente” director financiero (con el primer interlocutor) y como no contestó a ello, espero que este soñor me de luz sobre el tema. Pero aun despues de todo lo que pasó, sigo sin contestación a estas dos simples preguntas.

Los problemas empiezan cuando después de haber hablado con el financiero y con este responsable del área tecnológica, al final parece que el que dirige el proyecto no soy yo y el proyecto ha empezado a cambiar muy mucho respecto a lo que me comentaron la última vez, por lo que les ofrezco una serie de soluciones determinadas para esta nueva situación. Y me tumban todas mis propuestas, ya que no están de  acuerdo con tocar ciertos temas para completar el proyecto. Y así hasta en 3 ocasiones. El tema queda parado durante un par de semanas.

La sorpresa fue mayúscula cuando me entero, cuando se le escapa al responsable del área tecnológica, que han cerrado la primera fase de MI proyecto con su colaborador habitual, que no es otra que la primera idea que les dí que dijeron que no querían tocar. aunque me dicen que eso ya lo tenían pensado desde antes de contactar conmigo. Y las otras dos restantes, que también se negaron a hacerlas, también las han cerrado con otras empresas de mi competencia. pero diciendo que no es "exactamente" lo mismo.

Pero no acaba aquí la cosa. Cuando me quejo y les digo que si no se comprometen en serio conmigo, por lo que no pienso explicarles las siguientes fases a realizar del proyecto, entonces empiezan con frases de que “en pos del buen rollo” debo colaborar; que ellos siempre piensan que “el bien rollo” debe ser bidireccional: ellos me ofrecen un buen rollo y yo se lo tengo que devolver si o si; y otras cosas más absurdas que no merece la pena ni comentar.

Al final, cuando les digo que no quiero trabajar con ellos, se enfadan diciendo que yo soy el mal rollero, “por dejarlos tirados” y que son ellos los que me están haciendo un favor, dando la oportunidad de mi vida, al permitirme estar en el equipo del proyecto.  Al final les hago la indicación que no pienso darles más soluciones y que las que les he dado que hagan con ellas la mejor utilización… ¡Que les dije! Ya que empezaron que "con esta actitud no te permitiría seguir con tu negocio", que se iban a "encargar de hablar mal de mí a todo el mundo", ya que soy un "mal rollero nato" y no tengo derecho “ni a la vida” (bueno, lo que dijeron es “a estar en el sector de la informática”), y que si me pensaba bien lo que decía, no decir nada que me pudiese “arrepentir”,  y seguir con el proyecto, entonces explicarían a todo el mundo, lo bueno que era. Y eso sí, siempre me hablaban poniendo como coletilla la frase “es que yo siempre voy de buen rollo”.

No sé, pero si ellos no saben del tema y me contratan para ello, creo que el que les estoy haciendo el favor soy yo, y si encima no sólo NO ME PAGAN por mi trabajo, sino que las soluciones se lo dan a otras empresas, que me enfade y les diga que me voy del negocio, que por ello me insulten y me amenacen, no creo que el “mal rollero” sea yo,… ¿o sí?

Pero aun hay más. Como la fase del “buen rollo” no han cuajado en mi, la de las amenzas me han resbalado, y la fase del desmerecimiento, los insultos y la falta de respeto tampoco han dado su efecto, ahora le toca el de "perdona vidas".Ya que durante los días siguientes a decirles que me voy del equipo y no volverme aponer en contacto con ellos, me siguen llamando por teléfono para convencerme de que debo recapacitar por lo que he hecho, que es “una chiquillada”, una “pataleta de niño chico”, y que debería volver al equipo del proyecto (pero en las condiciones y la forma que ellos quieren, ¡que eso quede muy claro!), ya que si no, “no tienes lugar en el mundo de la informática”. Como insisto en que no, que me he ido del proyecto, me indican que haciendo eso es salir por la puerta de atrás, como un cobarde. A lo que les contesto que eso es lo que quiero, salir por la puerta de atrás para que nadie me vea en ese proyecto. Pero según ellos, esta postura es de gente inmadura y que debo “plantearme la vida”, ya que me estoy equivocando como persona... Supongo que son tan frikis que se piensan que utilizando las frases de Obi Wan, me van a hacer "recapacitar".

Lo dicho, protegeros de los Buen Rollistas, que están de nuevo al acecho…

Papá Vader

Imagen: http://www.periodico.com/

miércoles, 22 de abril de 2015

Jugar en Equipo



Jugar en equipo. Vaya, buena frase. A ver, de los presentes, ¿quién REALMENTE sabe lo que es “jugar en equipo”? Veo DEMASIADAS manos levantadas. Sean sinceros, ya no conmigo, sino con ustedes. ¿Realmente saben lo que es jugar en equipo? O mejor todavía ¿alguna vez lo han practicado?

Cuando somos pequeños, nos inculcan la paranoia de ser jugadores de futbol, baloncesto, balonmano, bla, bla, bla,… pero poco, muy poco de todos los que fuimos niños, hemos acabado jugando en un equipo deportivo, a nivel amateur. Y menos todavía los que han acabado en un equipo deportivo con caras y ojos, aunque fuese sin cobrar por el trabajo.

¿Y esto porque es? El entrenador del equipo amateur, en cuanto ve que uno de los chavales que tiene entrenando no se acopla a la forma de jugar en equipo, lo mejor es ponerlo en el banquillo para que aprenda, y si no, fuera del equipo, que lo perjudica.

Si estáis pensando en la liguilla que jugabais en la escuela, con otros colegios, os puedo asegurar que eso no cuenta para nada (por cierto, no se puede considerar un equipo amateur, sino un equipo “extraescolar”, tengamos esto muy en cuenta). Si jugabais en el equipo, no era porque fueseis medianamente buenos en ese deporte, sino porque vuestros padres pagaban un auténtico pastón para que estuvieseis en el equipo. Desengañaros, no pagaba para que aprendieseis a jugar, sino para que estuvieseis en el equipo, para poder decir, vuestro padre, “mi hijo juega en el equipo”. Y la escuela lo sabe y se aprovecha de ello, para cobrar. Y es por ello que debes ser muy, pero que muy malo, para que te echen del equipo.

Pero no desvariemos en exceso y expliquemos que es “jugar en equipo”.

En la escuela nos tendrían que enseñar desde pequeños a aprender a jugar en equipo, ya que  es fundamental para desarrollar una serie de valores como la generosidad y la tolerancia. Además, jugar con otros niños en equipo fomenta su capacidad de compartir y también su sociabilidad.

Cuando llegamos al instituto, los profesores dan por supuesto que ya sabemos lo que es, e “intentan” motivarnos, con más desacierto que desgana, a que juguemos en equipo, por lo que nos mandan trabajos para hacer entre varios compañeros. El concepto es bueno, muy bueno, pero la disposición del profesor por comprobar lo que sabemos y, si es menester enséñanos de nuevo lo que es, es muy diferente, ya que en el grupo de trabajo siempre hay el que se escaquea desde el primer día, ya que sabe que “por compañerismo” lo incluiréis en los créditos del trabajo; también nos encontramos con 1 ó 2 que aportan muchas ideas, normalmente ninguna buena ni aprovechable, pero que consideran que su trabajo termina en ese punto, y se queda a la espera, viendo como el resto trabaja en ello; tenemos a 1 que se autodefine como “líder” del equipo, repartiendo no muy equitativamente el trabajo a realizar; y por último tenemos al “pringao”, que realmente es el único que hace el trabajo (busca la información, monta el trabajo en base a toda la información obtenida, realiza el documento a entregar , gasta tinta y papel de su impresora en hacer una copia del trabajo y hasta aquí termina su trabajo), pero siempre, no sé como se lo apañan, el “líder” es el que presenta el trabajo y elogia a todos, incluso al que no ha estado presente en ningún momento, y se olvida de nombrar al que realmente ha trabajado, por lo que el profesor le quita un par de puntos al “pringao” porque deduce que es el “escaqueao”.

No. Esto no es Jugar en Equipo. Esto de “joder” al equipo, ya que el “pringao” deja de ser el que curra en el siguiente trabajo… si le dejan, claro.

A ver. Jugar en equipo es no sólo repartirse el trabajo en función de los conocimientos o habilidad de cada uno, de una forma lo más equitativamente posible.  Esto es lo básico, pero sigue sin ser “Jugar en equipo”, esto simplemente es “repartirse el trabajo”. Un grupo o equipo empieza a Jugar en Equipo en cuanto piensa en conjunto, no sólo en su faena y chimpum, sino en como deberá amoldarse al trabajo de su compañero, sabiendo que él hará lo mismo; es suplir al compañero en el trabajo cuando este, por el motivo especial que sea (enfermedad, desconocimiento, etc.), para terminar, mientras este sigue en otro tema complementario; es “ponerse la medalla” en conjunto, no sólo el líder o el miembro más destacado.

Si la persona está acostumbrado a trabajar sólo, es muy difícil que se acostumbre, de entrada, a Jugar en Equipo, a menos que el resto del equipo le ayude a darse cuenta que no puede hacerlo todo él sólo. Si esto no puede ser posible, mejor sacarlo del equipo o darle trabajos en solitario. Constantemente podemos ver en el trabajo a personas que casi (y la mayoría de veces sin el “casi”) te quitan lo que tienes entre las manos para hacerlo ellos, con la escusa de que “no tienes ni idea de hacerlo”. El jugador en equipo, si es cierto que no sabes, te enseñará a hacerlo. Incluso todos habremos visto en más de una ocasión a esa gente que se pone medallas, por el simple hecho de haber hecho algo en el trabajo, sin tener en cuenta al resto de compañeros que han participado.

También debemos tener en cuenta a los “triunfitos”, los que desean a toda costa ser las estrellas del partido, los que se auto proclaman “lideres” de los trabajos de escuela, pero que al final luchan tanto contra el equipo contrario, como contra su propio equipo. Y si pierde el equipo, podemos estar tranquilos ya que nunca habrá sido por su culpa, tenedlo muy en cuenta.

No sólo tenemos a los “triunfitos”,  también tenemos a los “yo no he sido”. Este tipo de personas son los que aportan muchas ideas, normalmente descabelladas e irrealizables, que promueven que se hagan cosas, pero que después se apartan, quedan como espectadores a ver que pasa. Si el tema triunfa, ya se encargarán muy muy muy rápidamente a que todo el mundo sepa que ha sido gracias a ellos y que han sido “los que más han hecho” en el trabajo. Pero si el tema fracasa, ya se encargarán también muy muy muy rápidamente a que todo el mundo sepa que ha sido “por los demás” y que ellos ya lo habían avisado y por eso estaban apartados. Otros con los que podemos estar tranquilos ya que nunca habrá sido por su culpa, tenedlo también muy en cuenta.

Mientras que los “triunfitos” son el “repelente niño Vicente”, que en cuanto lo hacen un par de veces, suelen quedarse más sólo que la una y desaparecen o quedar tras las cortinas a la espera de su nueva oportunidad, los peores son los “yo no he sido”, ya que su falta de responsabilidad hacia lo que hacen y dicen suele estar respaldada por gente que, como ellos, quieren que otros les hagan el trabajo. Los “compañeros” que no están presentes son su principal baza y su mejor apoyo; si olvidarnos de los miedosos que no quieren ser excluidos del grupo y que no suelen estar en ningún grupo de trabajo; vamos, lo que actualmente se llaman “los palmeros”.


Si todo lo indicado nos lo encontramos en asociaciones o grupitos de amigos (por llamarlo de alguna forma), no tiene mayor importancia, ya que podemos irnos a otro lado y se acabó el problema. Pero si esto pasa en el ambiente laboral…
En mi trabajo tenemos a un ingeniero (afortunadamente FreeLancer) que es una fusión entre el “triunfito” y los “yo no he sido”. Por un lado impone el trabajo de quien le contrata, indicando que y como deben hacerlo, y por otro lado, si ha salido mal el trabajo, la culpa siempre será de otro (el cliente final, algún compañero suyo, alguno de nosotros que lo contratamos,…). Pero si sale bien, y aunque el cliente final realmente no es su cliente, lo anuncia a bombo y platillo como una solución suya y el único que ha trabajado en ello. Esto es un engorro, más teniendo en cuenta que nosotros firmamos unos contratos de confidencialidad con ellos, para que su nombre no aparezca en ningún lado, por lo que anunciar el nombre del cliente en la web del ingeniero, nos acarrea constantemente problemas sobre problemas. Evidentemente este ingeniero tiene los días contados  para seguir trabajando con nosotros.

Pero los peores de todos son los “yo no he sido” puros, ya que por el hecho de haber participado en el equipo, se ven con el derecho de que le den explicaciones de todo y exigir resultados, echando la bronca si no cumplen con lo que ellos creen se debe hacer. Esto crispa el ambiente. Pero que nadie se le ocurra exigir nada ni cuestionar nada, ya que si se le indica esto mismo, lo primero que te sueltan es que somos nosotros lo que no sabemos “Jugar en Equipo”.

¿A cuántos de estos tóxicos conocéis? Papa Vader conoce a unos cuantos.

Papá Vader

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