viernes, 5 de abril de 2019

Vuelven nuevas entidades con ansias de poder.


Como ya comenté hace unos cuantos años en La leyenda urbana de la búsqueda del Vellocino de oro, de una forma cíclica, más o menos cada 5 años, vuelven los “buenistas” con ansias de protagonismo y de poder.

Han pasado 8 años desde que Papá Vader lo escribiera, y 4 desde que retomó el tema con Asociaciones con ansia de poder.

Y Papá Vader vuelve a hacerlo de nuevo, a escribir sobre los club, asociaciones y grupos, que empiezan con auto imponerse medallas, indicando que hacen eventos cosas no lo las hecho nunca, o que las están haciendo otros, hasta llegar a ser capaces de amenazar con no ir a eventos de otras entidades, por el simple hecho de no dejarles estar en la organización (o por lo menos que así aparezca en el cartel de rigor).

Y como diría la niña rubita de Poltergeist: ¡Ya están aquíiii!

Después de más de 4 décadas que llevo dedicadas a los hobby, he visto esta historia repetida unas 7 ó 8 veces y siempre con el mismo resultado: un desastre.
Un desastre que no sólo le repercute a esta entidad con ansia de poder, sino que también arrastra a otras entidades que, si no poseen un carisma y una fuerza de voluntad adecuadas, poden caer en el mimo pozo ciego (lo de pozo ciego va por el tema de las defecaciones en las que se pueden sumergir hasta el cogote)

Seguimos teniendo el mismo tema de siempre, en cuanto alguna asociación empieza a sobresalir por encima de la media mediocre, básicamente por ser activos y estar realizando eventos con cierto renombre, volvemos a tener en el cogote esa respiración ansiosa de quien quiere aparecer en la foto, aunque no haga nada para merecerlo… bueno si, porque es un L’Oreal (“porque yo lo valgo”)

¿Por qué lo hacen estas agrupaciones?
Unas veces por afán de protagonismo, ya que quieren que su nombre aparezca en todos los lados posibles (eventos, reseñas,… ), bien porque quieren que su entidad crezca por encima de la media.
¿Por qué no consiguen lo que quieren?
Porque la gente no es tonta.

Hace más de 20 años, una entidad era fácilmente engañable, ya que estaban por lo que querían y no suponían que habría personas con mente enfermiza que quisiera darle la vuelta a la tortilla, si ser ellos los que rompieran los huevos.
Desde los últimos 20 años, y debido a las “jartás de tortas” que se han recibido por parte de estos ansiosos, las entidades ya no son tan fáciles de engañar, aunque estos seductores utilicen las amplias sonrisas de los buenistas.
Y como ya no consiguen tan fácilmente “sus objetivos”, lo fácil es echar las culpas a otros; si no consiguen salir en la foto, es porque hay un complot de Pepito y Joselito que están en contra de ellos, hablando mal y con mentiras, y si no consiguen más socios para su querida y amada entidad, es porque Pepito esta detrás de todo ello, con la misma argumentación.

Estas entidades con ansias de poder y de ponerse las medallas, aunque no muevan ni un miserable dedo para ello, suelen clamar diciendo que elos ya hacían estos eventos, antes de los dinosaurios, y son todos los demás los que le han quitado su idea.

Son gente se están sumamente convencidos que son ellos los que deberían ostentar el liderazgo del mundillo. Pero como no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos para realizar eventos y otras cosas por el estilo, intentan despuntar a base de mentiras, engaños y faltas de lealtad hacia sus más allegados, entrando de llono en el ya conocido síndrome de Peter Pan, ya que suelen ser personas con una marcada falta de responsabilidad, y un poder de decisión muy mediocre.
Esto puede agravarse, para ellos, cuando surge el primer problema serio en el que deberían tomar decisiones, intentando que sean otros las que los tomen y, cuando ya no se puede recuperar el daño hecho, desaparecer a velocidades asombrosas, cual cucarachas ante Cucal.

Papá Vader ya comentó en varias ocasiones que este tipo de personajes se les puede fácilmente reconocer por varias características peculiares, repetitivas y constantes en la gran mayoría de casos.
Por un lado suelen llenarse la boca con frases alegóricas a la realización de muchas actividades, en especial eventos externos, para darse a conocer al resto del universo. Suelen colaborar en eventos, pero después irán diciendo que han sido ellos los que lo organizaron (una de las obsesiones de este tipo de gente: tienen un ansia irremediable de querer tener reconocimiento).

Otro de los indicadores por el que se les puede reconocer, es por la constante falta de respeto y mentiras hacia la gente que posee criterios propios y no coincidentes con su misma opinión; y una nueva obsesión persecutoria hacia los que no se doblegan ante sus imperativas exigencias, claro está.

Si en vez de ser una persona es una entidad, además de lo anterior, también se le puede reconocer por que los socios no pagan cuotas. Y no pagan cuotas porque de esta forma pueden manipular el número de asociados, y así hacer creer que son el doble, e incluso el triple, de los que realmente son.
Y no tendrán un mínimo de escrúpulo de anotar como socio los curioseos que pasen para ver que se cuece en su entidad.

Afortunadamente, estos ansiados de poder, una vez que ha pasado el ciclón destructor, suelen en su mayoría desaparecer o, en el menor de los casos, quedar relegados a un plano más distante, entre sus colegas más allegados (los que también ansiaban el poder, se entiende), en cuyo caso no levantarán cabeza.

La experiencia que tiene Papá Vader sobre estas asociaciones, es que realmente estas entidades ha muerto hace mucho tiempo, desde el momento que se enfila el ansia de poder, ya que desde ese mismo momento han perdido el objetivo principal de la entidad y del motivo por el que están en ella: el hobby.

D.E.P.

Papá Vader