lunes, 21 de abril de 2014

Comprensión Lectora


No porque el actor Lionel Stander hiciera esto con un libro en 1942 hay que llegar a la conclusión de que esto lleva a alguna parte / Hulton Archive (Getty)

 

Realmente la gente que tiene una difícil comprensión lectora, no “leerá” este artículo, o simplemente dirán “que chorrada”. Los que no tengan este problema lo leerán, sonreirán y, terminar de leer el artículo, pensarán “CIERTO”.


Para poder entender muchas cosas, saber realmente que es lo que está pasando, no es cuestión de hablar o criticar un tema, sólo porque alguien te lo diga, si no que debes contrastarla con diferentes fuentes, y a ser posible, de ambos lados de la información, para poder tener un criterio propio de los temas.


Pero lo que más me desilusiona de mucha de la información que recibo constantemente por diferentes canales, es que la gente que la emite, que ha tenido que gastar tiempo y recursos para buscarla, no sólo no la han contrastado, sino que emiten un dictamen, cual ley nacional, sin realmente haber entendido que de que realmente trata la noticia que acaba de comentar.


En octubre del pasado y nefasto 2013, aparece una noticia que a gente le ha sorprendido, pero que a otros nos ha afianzado en nuestra creencia: “Los adultos españoles, a la cola de OCDE en comprensión lectora” (Clicar aquí: http://www.lavanguardia.com/vida/20131008/54390687357/adultos-espanoles-cola-ocde-comprension-lectora-matematicas.html).



Este informe sitúa a España a la cola, junto con Italia, de los países europeos comprensión lectora y en matemáticas, y el nivel de rendimiento de sus ciudadanos adultos se sitúa el no entendimiento del gráfico del recibo de la luz o a no comprender textos complejos, ya no con fabulas o parábolas, que debe entenderse la lección que nos intentan dar, sino ya en lecturas como cuentos o novelas con una trama densa, pero sin llegar a la complejidad. 



Todo ello quiere decir que la mayoría de la gente no entiende lo que está escrito. No es que su léxico, su cantidad de palabras conocidas sea tan sumamente escasa que no saben lo que el escrito quiere decir (que en algunos casos sí que es así), sino que desgraciadamente ni con las palabras conocidas, el lector entiende correctamente el contexto y lo que se está contando o explicando en ese artículo o novela. Si a alguien con una comprensión lectora algo mermada se ha leído un libro que esté de moda (“si lo lee todo el mundo, yo no voy a ser menos”), por ejemplo de espías, si le pregunto de que va, sólo son capaces de decirme “pues de eso, tío, de espías!!” pero con la expresión de ser yo el que no me he enterado de que va el libro (y eso que soy el que no se lo ha leído…), pero no saben decirme ni tan siquiera de que va la trama principal. Incluso hay gente que dirá que es para no hacer spoiler del libro, pero yo eso, a estas alturas, en muchos casos, en la mayoría de los casos, ya no cuela.


Pero volvamos a lo que importa, a la comprensión lectora. Veamos la diferencia entre leer y entender. O lo que es lo mismo ¿Qué es “comprensión lectora”? La comprensión lectora es la capacidad para entender lo que se lee, tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, como con respecto a la comprensión global del texto mismo. No es lo mismo saber lo que significa cada una de las palabras, que lo que significa el texto que forman esas palabras.


Es por ello que la novela  de corte juvenil está triunfando tanto en nuestra sociedad (frases cortas, tramas simplistas, o únicas tramas ligeramente complejas,...) , en contra de lo que hace 30 años triunfaba, los libros de autor o con contenido algo más profundo (Hess, Camus,…), en las que se debatían temas existenciales o novelas con multiples tramas complejas y entrelazadas. Y aun así leen poco. La gente de difícil comprensión lectora, cuando les comentas porque leen este tipo de libros, más juveniles, aunque ya tienen cierta edad avanzada, ya no sólo contestan que es por un tema de gustos, sino que además te contestan en medio de risa infantil, qué no les gusta los libros “más cultos”.


Tengo un amigo que con sus casi 80 años, se funde un libro cada 15 días , si es algo “gordo” o una semana, si es más ligero. Da igual de que va el tema. El sólo lee las temáticas que le gusta (política, historia, espías, policiacas, conspiranoicas internacionales,…), o de autores de renombre. Y si a día de hoy le preguntas por un libro que leyó cuando tenía 20 años, todavía es capaz de hacerte un resumen de él. Ya no es que tenga buena memoria para su edad, sino que ha comprendido perfectamente todos y cada uno de los libros que ha devorado.


Hablando con algunas editoriales nuevas que han surgido desde hace poco, me comentan que el libro de literatura culta, cuesta en salir; la de aventuras cuesta algo menos en salir. Ahora bien, si en cambio es un libro lleno de fotos, esta se vende de fábula; siempre y cuando el texto que hay en él no exceda de la tercera parte del total del libro; realmente somos sólo 2 ó 3 tontos, los que nos leemos esa parte de estos libros de imágenes.


Hay gente que además de este problema de lectura, le sumamos que cree saber lo que el escritor ha querido decir, por ser de una tendencia política determinada o porque su ideología choca con la propia, muy posiblemente no entenderá (o no querrá entender) que es lo que ha escrito.


Cierto es que la gran mayoría de los que tienen dificultad de comprensión lectora, suelen escribir muy poco y se apoyan mucho en imágenes y en frases cortas de, como máximo, 3 líneas escritas (iba a decir de 5 palabras juntas, pero creo que eso es pasarme un poco y no creo que estemos tan a la cola a nivel mundial).


La falta de comprensión lectora también suele pasarle a la gente cuando realizan una lectura en diagonal, porque con ello creen haber entendido TODO el escrito. Leer en diagonal es una técnica de lectura rápida de un texto que sirve básicamente para poder quedarte con las palabras importantes de una forma rápida y poder tener una idea general del contenido del mismo. Esto no sirve para poder entender o comprender correctamente un texto ni poder sacar conclusiones de él, sino para poder tener una idea global muy acertada de lo que va el tema en cuestión; algo que para exámenes es perfecto. Es básicamente una técnica para estudiantes y para gente que debemos estar leyendo mucho por nuestra profesión. En este último caso, los profesionales de multitud de campos constantemente están utilizando esta  técnica, no con la intención de aprender todo lo que les cae en las manos (hay quien lo hace porque así lo cree, y después van diciendo que han leído esto o aquel libro/artículo de fulanito o de menganito, aunque no saben resumirte ninguno de los títulos que dicen haber leído, ni el más reciente hace media hora), sino para poder discernir que es más o menos importante para poder invertir su costoso tiempo en leer eso u otro artículo, si le es importante para su profesión y trabajo o si es un tema banal, sin importancia. Si es importante, entonces lo leen de la forma tradicional: palabra tras palabra, parando de vez en cuando para entender que es lo que han leído, y si no lo han entendido, volverlo a leer, como todo hijo de buen vecino, como nos han enseñado a todos a hacerlo en la escuela (¿A ti no te lo han enseñado así? Aibá!!).


A parte de este tema de lectura en diagonal, que algunos creen que así es como más se puede saber de todo, queda la parte más lógica que es la de entender las palabras que estamos leyendo. Y eso se hace teniendo como mínimo un diccionario a mano para ello (y si somos tan ecológicos como para no tener ni un diccionario de bolsillo en casa, os recomiendo visitar http://www.rae.es/drae, web de la Real Academia de la Lengua Española, en la que se puede consultar tantas palabras como deseemos hacerlo). Muchos de los que se quejan de fulanito o menganito, a veces no es por una mala comprensión lectora, sino porque no entienden las palabras que se han utilizado en los escritos y “creen” saber qué es lo que significan. Y hay mucha vergüenza por parte de gente por reconocer que deben usar un diccionario, cuando son mayores de 20 años (y si tienen más de 30, ya ni te cuento).


Papá Vader lleva más de 30 años usando casi cada día el diccionario, ya que muchas de las palabras que usan los políticos y los escritores y periodistas, no las conoce. ¡Y no veas la de sorpresas que te puedes llevar!, ya que hay gente que usa palabras que realmente no sabe ni lo significan.


Si esto lo trasladamos a las redes sociales, las peleas ya están aseguradas!!! Está más que demostrado que en cualquiera de las redes sociales existentes, la mayoría de gente no lee lo que pone nadie, solo miran las fotos que se cuelgan en ellas y, si  tienen algún amigo, no hace falta leer lo que dice (incluso cuando no pone ni una miserable foto), por el simple hecho de ser un amiguete, se pone el recurrente “me gusta” y ya se queda bien con el amigo. Si no entienden lo que quien sea que ponga,  se callan. Si alguien le defiende, como no saben leer y suelen ser muy mal pensados, atacan al que le defiende, por no entender nada.



Papá Vader

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