sábado, 5 de mayo de 2012

Odiar por odiar




La gente realmente no te odia, se odian a sí mismos por no ser como eres tú

Esta frase lapidaria, real como la vida misma, es uno de los conceptos más básicos dentro de psicología… o por lo menos es lo que los psicólogos te dicen cuando encuentras a alguien que te odia.

Pero es cierto, los “odiantes” suelen odiar a todo aquel que ha conseguido algo que él anhelaba con fuerza. O que la persona a la que odian tiene una forma de ser o de hacer que ellos quisieran para si mismos. Es tan cierto como que necesitamos el suelo para caminar.

El odio y la envidia son las formas más sinceras de la gente de mostrar su admiración por ser como eres y lo que nunca podrán ser ellos.

Y todo esto viene porque existe gente que hecha todos sus problemas en lo ajeno y descarga todas sus frustraciones echando la culpa al resto de la gente, a la sociedad, a los conocidos, a su círculo de más allegados. Una cosa es criticar, de forma constructiva y sin obsesionarse con alguien en concreto, y otra muy diferente es odiar a otras personas, sólo usando escusas absurdas de porque ese odio.

Una cosa es criticar lo hecho por alguien para que se sienta aludido y mejore su comportamiento, más por reconocer lo hecho que por una obligación, y la otra criticar por criticar. Esto último es una forma débil de odio, aunque muchos no quieran reconocerlo.

Cuando alguien critica por criticar, es porque existe un odio profundo contra lo que se está criticando, bien sea una persona, bien sea una entidad, bien sea la sociedad que nos rodea. Pero ello es porque en el fondo hay un odio contra uno mismo y necesita sacarlo, aunque sea buscando una excusa y no reconociéndolo.

Esto sol3mos verlo en el típico trabajador por cuenta ajena que no consigue dejar de ser esclavo trabajando para su jefe, está frustrado ya que le gustaría independizarse, ser autónomo, dándole las culpas al empresario y al gobierno de su situación, y lo que tendría que hacer es achacarse la culpa  a su miedo a hacerlo. También lo solemos ver en el típico personaje que está en un hobby pero no consigue destacar por encima ni de sus compañeros de grupo ni por encima del resto de aficionados del hobby (gracias al Facebook y los Foros, esto es el pan nuestro de cada día), por lo que empieza a criticar a las otras entidades, a los otros grupos, a la gente del hobby de otras entidades, llegando al final a criticar a sus propios compañeros, achacándoles el mal funcionamiento de las cosas y que son todos ellos los que no le permiten avanzar, crecer, “ser alguien”, se enfurece un montón cuando hablan bien de una agrupación, del hobby… Y todo porque él no es valiente ni es capaz de hacer lo que realmente quiere. Así que cuando criticamos, llegando al insulto, a la falta de respeto, realmente nos estamos criticando a nosotros mismos de eso de lo que criticamos.
Esto me recuerda algo que hace poco leí en un artículo al respecto del tema de criticar: “el articulista comentaba que criticar contra el capitalismo y el consumismo, pero seguir viviendo en un país capitalista y consumista, es una total hipocresía, ya que alguien que realmente no cree en el consumismo ni en el capitalismo no vive en un país capitalista, es lógica y más cuando es una persona totalmente libre de largarse dónde quiera, simplemente es una queja contra si mismo y como digo siempre, si te quejas de dónde vives lárgate a un país donde no haya ni capitalismo ni consumo y la única forma de demostrarlo no es diciendo no consumes (MENTIRA), sino que la única forma de demostrar que no apoyas al consumismo ni al capitalismo es irte a vivir a un lugar dónde no hay ni capitalismo ni consumismo, lo demás, palabrerías o todo lo que puedas decir y hacer no sirve absolutamente de nada”.

Existe gente que odian a Bill Gates, porque es un millonario sádico aunque la realidad es que odian que él es el que tenga tantísimo dinero y no ellos. Cuando odies algo, cuando cojas manía a algo pregúntate realmente a quién estás odiando, si a otra cosa o a ti disfrazado de otra cosa.

Si realmente pudiésemos aprender a querernos a nosotros mismo, cosa esencial en este juego llamado vida, veríamos con otra perspectiva todo lo que nos envuelve y con mejores ojos a la gente que nos rodea. En Internet podemos ver como existen miles de personas que se pasan la vida triste y deprimida, criticando a otros que escriben porque hacen más cosas o escriben mejor que ellos, porque no se quieren a sí mismos. Se odian por no conseguir lo que otros hacen o tienen, se odian como son, se maldicen a sí mismos.

A todos ellos, aunque sé que la mayoría han dejado de leer este artículo a mitad del mismo, diciendo que todo esto son chorradas, que no va con ellos, o simplemente que no le interesa este artículo, sólo puedo decirles una cosa: antes de criticar, de odiar a otros, tomaros un simple minuto y miraros en el espejo, intentad decir lo que vais a escribir mirándoos a los ojos; y si habéis podido decirlo todo sin apartaros de vuestra propia mirada, entonces, escribidlo, entonces decidlo, sino mejor callarse, que es más sabio el que sabe sin decirlo, que el que dice saber. No importa quienes son los demás, ni lo que hacen, ni lo que consiguen, ni lo que tienen. Lo primero, antes que nada, debemos aceptarnos tal como somos y querernos sobre todas las cosas.

Saludos.
Papá Vader.

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