lunes, 28 de mayo de 2012

Mesa clandestina sobre el estado del Steampunk en España



En la pasada Convención Steampunk celebrada en Barcelona, en noviembre del 2011, se realizó la ya anunciada desde hacía meses “mesa clandestina sobre el estado del Steampunk en España”. Al final se presentaron unas 15 personas, más o menos, de diferentes puntos de la geografía española (Galicia, Baleares, Asturias, Cataluña, Madrid,…).

En esta mesa estuvieron sentados los pocos que realmente quisieron saber cómo está el Steampunk en España, sea por un motivo o por otro (indistintamente) y los que querían saber cómo poder ayudar al movimiento para potenciarlo y tirar adelante con él. No hace falta nombrarlos, no hace falta decir quiénes eran, no hace falta poner medallas a todos los presentes, ya que no es una condición indispensable estar en la mesa para darse a conocer, sino poner de su parte después, cada uno en su zona, cada uno a su manera, cada uno con el trabajo, el sudor y el esfuerzo, no para darse a conocer a sí mismos, sino sólo al movimiento. En ella se abordaron temas de cómo está el panorama a nivel de grupos y asociaciones, las tendencias culturales, de estética e ideología que está empujando desde otros países y como afecta en España.

Lo primero en lo que todos, absolutamente todos los presentes estuvieron de acuerdo, por encima de otros temas y por tener diferentes formas de ver otros temas, es en la falta de apoyo entre los diferentes grupos de retrofuturismos en España, en la irracionalidad, no sólo de no apoyarse entre ellos o de poner impedimentos, así como en la obsesión de separase y crear pequeños grupos aislados e independientes, por el simple hecho de tener formas de vista diferentes de la visión del Steampunk en España (y sólo diferentes, no radicales). La tendencia de vender humo, ofrecer cosas y no cumplirlas, así como decir ser los mejores y desprestigiar al resto de Steampunk que no pertenecen a su grupo. Esta práctica estuvo mal visto por todos los presentes, ya que deja en mal lugar a todo el Steampunk español. Todos y no hubo excepción, estuvieron de acuerdo de que esto es bastante absurdo y se debería poner todos de nuestra parte para que no sólo no sucediese, sino de conseguir unir a los grupos que en la actualidad están disgregados y no tienen demasiado contacto entre ellos.
Es más, hubo incluso gente que anunciaron escribir artículos en sus blogs, de temática Steampunk, para iniciar este trabajo de unión, escribiendo artículos al respecto…  Y de alguno de los presentes que así se comprometieron, incluso con más fuerza que otros, yo todavía no lo he visto, después de 6 meses (promesas, promesas, promesas...).


Se habló de que existen diferentes comunidades de Steampunk, normalmente minoritarias, que no quieren ir en la misma dirección que el resto de comunidades, que el resto del mundo Steampunk, no sólo de España. Pero lo que todos los presentes también encontraron ridículo es que estos grupos minoritarios se enfadan por que el resto de comunidades, las mayoritarias, no van en su misma dirección. Y yo me atrevo a decir que también se enfadan por no pensar ni decir lo mismo que ellos.

En esta “mesa clandestina” anunciada a los cuatro vientos muchos meses antes, se comentó que el Steampunk no sólo es la estética, los cachivaches, las goggles. No, lo que estuvo muy claro es que hay mucho más. En resumen lo que todo el mundo quedó de acuerdo es que Steampunk es cultura. Y no Subcultura, sino CULTURA con mayúsculas. El Steampunk no es un recreacionismo de como fue la época victoriana, no es una forma de vestir idéntica a esa época, ni una forma de pensar, ni una forma de hacer. Lo que está claro es que el Steampunk es un que pudo haber sido si…, un romper con la sociedad de esa época, un protestar por el encorsetamiento de la forma de pensar y de hacer de una época, un época en la que, en parte, se sigue añorando, en especial por sus concepciones, porque fue la época de los descubrimientos, la época de las innovaciones, la época de los grandes inventos. Todo lo que no sea protestatario, lo punk del movimiento, no es Steampunk. Todos estuvimos de acuerdo que alguien simplemente vestido de época, rigurosamente vestido de época, no es Steampunk. No por llevar tres engranajes cosidos en la ropa ya se es Steampunk, no, eso no. Todos, y sin excepción, estuvimos de acuerdo que la parte cultural, la parte filosófica del movimiento es la que hace al Steampunker, no su atuendo. Tenemos a reconocidos Steampunkers españoles que no se han vestido nunca ni con un mal traje de principios del siglo XX. Todos los presentes estuvieron de acuerdo que alguien sólo vestido de época podría tratarse de un recreacionista o de un cosplayer. Hoy en Europa (Inglaterra, Alemania, Francia, Rusia,…) y E.U.A. están el quehacer expansionista de enseñar y presentar la cultura Steampunk a la sociedad. El momento, la época de cosplay terminó. Es más, cantantes con sus videoclips que han hecho más daño que beneficio, son los que han ayudado a dar una imagen de “moda urbana” y hacer que ciertos miembros de otras subculturas se añadan a esta o, simplemente, que nuevos “frikis” (o mejor dicho, que se autoconsideran frikis) creen que este es el “espacio” que buscaban (y a lo mejor sí que lo es, también es cierto). Ahora es el momento de empezar a mostrar la cultura, el arte, la filosofía. Para el cosplayer, ya tenemos a los aficionados al manga. Para vestirse, no cosplayarse, de forma acorde con la cultura, la filosofía y el movimiento Steampunk, también es el momento. Cada cosa para cada cosa. No es necesario mezclar peras con hamburguesas, por el simple hecho de decir que todo es comida.

La mayoría de los presentes estuvieron de acuerdo en que en ese momento, en el momento de sentarse en la mesa clandestina, que la tendencia actual de la estética está sobre la ideología, pero que deberían poner de su parte para cambiarlo, siguiendo el ejemplo de otros países. No todos estaban de acuerdo con ello, no estaban todos de acuerdo en que la estética mandaba sobre la ideología. Aunque en lo que si estaban todos de acuerdo es en moverse para paliar esto.

Pues en eso están la mayoría de los que estuvieron presentes en la mesa. Otros no sólo no cumplen sus promesas, sino que hacen lo posible para que los acuerdos llegados de buena fe y con ilusión no lleguen a buen término. Afortunadamente somos más los que estubimos presentes que estamos por la labor, que los que estubieron y no lo están.

Así que ya sabemos los que estamos en el movimiento para arrimar el hombro y dar a conocer culturalmente el Steampunk en España, y los que sólo están para darse a conocer ellos.

Saludos.
Papá Vader.

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