viernes, 27 de febrero de 2015

Asociación Vs Caradura.



Llevo ya demasiado tiempo viendo y escuchando el mismo caso en infinidad de asociaciones, no importa de qué temática, que acaban peleados unos con  otros por el sencillo motivo de la visión que tiene cada uno de los componentes de la asociación. Unos de forma acertada, otros muy aproximada, pero los conflictos empiezan en cuanto los tercer en discordia intentan convencer al resto de asociados que su visión de asociación, totalmente errada y distorsionada, ya no sólo desde el punto de vista de Papá Vader, sino desde el resto de gente que tiene muy claro lo que es una asociación realmente.

¿Y qué es una asociación? Aparte que la definición es un grupo de personas con intereses o aficiones comunes, dedicada a actividades entorno a esos intereses, con unas reglas en común, donde se reúnen en un lugar concreto, principalmente recreativas, deportivas o culturales.

Que es lo que algunos consideran del club. Después de hablar con bastantes de estos que opinan que una asociación es diferente a lo indicado, puedo indicar que para ellos una asociación es un grupo de personas que les da lo mismo si poseen intereses o aficiones comunes, que sólo les interesa el local donde se ubican y el material que puedan aprovechar en su beneficio (sí, he dicho beneficio, y ya explicaré porque), carentes de regla alguna y, eso sí, con una temática en común para ellos, la recreativas, independientemente sea recreativa, deportiva o cultural.

Y los conflictos empiezan en el momento que esta gente, ya no sólo no aceptan las normas (que curiosamente han sido aceptadas por ellos mismos y ratificadas desde el momento que entran en la asociación), sino que la parte de derechos y obligaciones, deja mucho que desear a la hora de ejecutarlas ellos. Por un lado tenemos los derechos, que son una serie de condicionantes u opciones sobre las cuales todos los socios pueden exigir a la asociación. Ellos estos condicionantes, así como un montón más que cada día pueden aumentar, modificar y eliminar a su antojo, deciden que son todos los asociados los que deben hacerse obligatoriamente como “sus” derechos, y montarán en cualquier momento una discusión de besugos sobre este esa norma “suya”. Y Las obligaciones de los asociados hacia la asociación… ah!, esos derechos… algo que para esta gente no existe y, que si se les indica que deben acatarlas y aplicarlas, pasarán y montarán otra discusión de besugos sobre este esa obligación no va ni irá nunca con ellos. Y eso de responsabilizarse de los que hacen o dicen,…  vamos, que no va con ellos ni se les puede indicar que “deberían” hacerlo.

Este tipo de personajes suelen ser bastante peculiares y fáciles de reconocer. Que después cada uno pase de ellos y no hagan nada para solventar “ese problema”, es tema aparte. Suelen ser bastante egoístas, en el momento en el que todo lo que quieren debe ser al momento y nadie puede llevarles la contraria, son gente que la diferencia entre lo que está bien o está mal no existe; todo lo que ellos hacen está bien, y lo que hacen los demás, contrario a lo que ellos hagan en “ese exacto momento” está mal. Tienen muy distorsionada la conciencia del bien y del mal.

Pero no sólo por la percepción “extraña” del bien y del mal que puedan tener es por lo que se les reconoce. No. También se les reconoce fácilmente porque constantemente está diciendo a todo el mundo que ellos van “de buen rollo” y que no quieren conflictos de ningún tipo… lo que realmente están diciendo es que para que haya un “buen rollo” con ellos, no se le debe llevar la contraria. También se les reconoce fácilmente por la inmensa Caradura que pueden llegar a tener.  Son gente que por el hecho de estar dentro de la asociación, pueden disponer para su provecho, disfrute y beneficio, de todo el material existente en la asociación. Es más, estos consideran que si otro asociado trae un material para poderlo utilizar en algún momento determinado, ellos pueden usarlo sin pedir permiso e, incluso, llevárselo a casa para su utilización, hasta que este material se agote. Eso sí, sin tener que reponerlo en ningún momento. Es lo que yo llamo egoísta-caradura-ladrón. Un ejemplo para los que no puedan tener claro lo que Papá Vader dice. Supongamos que la asociación es de maquetismo, y uno de los socios trae pinturas para un taller que va a realizar en unas semanas, y más material diverso, como pinceles, disolventes, material para la creación de bases,… Pues este tipo de gente creen que tienen el derecho sobre las pinturas, pinceles y el resto de elementos pagados por uno de los socios, de poder cogerlos sin avisar a nadie y llevárselos a su casa, para su único disfrute, e incluso para su beneficio, porque pueden llegar a vender ese material para ganarse algo de dinerillo, de forma directa (te vendo el bote de pintura), o indirecta (te cobro por pintarte la maqueta)…

Antes he comentado que este tipo de gente no le gustan las normas que entre todos los asociados se han aceptado como buenas. Pues bien, si alguien no está de acuerdo con ellas, sólo debe darse de baja en esa asociación y buscarse otra que se adapte mejor a lo que le guste. Este tipo de gente, no sólo no se van, sino que pueden llegar a crear conflictos serios en la asociación. Lo suficientemente serios como para que la asociación pueda llegar a disolverse…

Cuando una persona está en una asociación y no se siente a gusto, lo más normal del mundo es que nos vayamos a otra asociación. Pero este tipo de gente, si no se sienten a gusto, harán todo lo posible para que la asociación cambie, aunque sea a costa de perder y perder y perder asociados. Lo lamentable es que existan dos o tres asociados que sean los que imponen su criterio y el resto de socios los acatan, como esclavos sumisos en una orgía sadomasoquista.

Y si esto lo veis exagerado, es porque no habéis estado en una asociación en la que parte de los asociados están plenamente dedicados a la asociación y traen material sin coste para sacar adelante las actividades que se harán en ella.

2 comentarios:

  1. Yo he visto esto que cuentas muchas veces,tantas,que al final paso de asociaciones,clubes y lo que sea.Aunque a fin de cuentas,creo que mi situación fue algo especial por donde me críe y su idiosincrasia.
    Gente así hay que sacarla rápido y sobre todo no dejarla llegar a la junta....o la asociación esta perdida.

    Saludos

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    1. Si, cuando llegan a la junta... Me he ido de unoas 5 ó 6 asociaciones que, antes de un año despues de salir, han desaparecido por ello.
      En la última, un grupo solicitamos se hiciese una reunión para sancionar o expulsar a un par de estos, y al final, hemos decidido hacer un club, ya que "el buen roll" dice que no se debe llamar la atención a esta gente "ya que si no, se enfadan".
      ¿Y si nos enfadamos el resto? parece ser que no importamos.

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