Estando
relajado fuera de la Estrella de la Muerte, mientras hago pasar una pajita de
mi Daikiri entre las lamas del respirador de mi máscara, puedo dedicarme a
pensar en las últimas cosas que me han pasado últimamente… o le ha pasado a
algún otro Sith conocido.
Me he dado
cuenta que en artículos de “autoayuda empresarial” (si, hombre si, esas que
dicen tener la fórmula mágica para que las Pymes triunfen y que los
emprendedores se hagan autónomos para montarse en Jaguars), hablan
constantemente de que debemos estar preparados para los nuevos retos que, con
la crisis, tanto económica como política y constitucional que nos sacude desde
hace 7 largos años y constantemente escucho a los aludidos en que es tontería
lo que se escribe por que ya están más que preparados.
¿Seguro?
Pues no me
creo ni a unos ni a otros, francamente.
Unos hablan
de que los emprendedores, empresarios y trabajadores deben hacer cursos de
formación continuada para actualizarse ante los nuevos paradigmas que han ido
llegando y los que aun están por llegar (Paradigma, para los que no les gusta
buscar las palabrotas, es el conjunto de acciones y reacciones que están sustituyendo a la forma de hacer que se ha estado haciendo hasta ahora, para conseguir los mismos objetivos. No significa que lo anterior no sea válido, sino que ya no funciona de forma eficaz como hasta ahora. Es como cuando se cambiaron los grandes veleros por los transatlánticos de vapor. Para cruzar el Atlántico se cambio el paradigma. ¿Ya no sirven los barcos de vela? Si, todavía sirven, pero simplemente los barcos de vapor mejoran el rendimiento y la funcionalidad.
Tanto los que escriben los artículos, como los que los leen, dicen estar de acuerdo de usar los nuevos paradigmas que están llegando o que están por llegar. Pero la realidad es que rechazan sistemáticamente, incluso por los que anuncian a los cuatro vientos que es lo mejor de lo mejor. Es como cuando llegó hace 10 años la nube, el Cloud. Aun hoy hay pymes que dicen trabajar en la nube, pero ni el correo lo tienen en él. Y lo malo es que no desean cambiar por él, ni tan siquiera quieren saber cuáles son sus virtudes y en que beneficiará a su empresa.
Tanto los que escriben los artículos, como los que los leen, dicen estar de acuerdo de usar los nuevos paradigmas que están llegando o que están por llegar. Pero la realidad es que rechazan sistemáticamente, incluso por los que anuncian a los cuatro vientos que es lo mejor de lo mejor. Es como cuando llegó hace 10 años la nube, el Cloud. Aun hoy hay pymes que dicen trabajar en la nube, pero ni el correo lo tienen en él. Y lo malo es que no desean cambiar por él, ni tan siquiera quieren saber cuáles son sus virtudes y en que beneficiará a su empresa.
También nos
encontramos a los charlatanes de feria, esos que siempre han existido en la
sociedad española, esos que de ir de pueblo en pueblo vendiendo lo inexistente,
el humo, han acabado en su mayoría como políticos. Estos charlatanes también
nos los encontramos vendiendo formación para los nuevos paradigmas, para los
nuevos retos. Desgraciadamente no te venden lo que dicen venderte; no es la formación
prometida. Sólo utilizan cursos obsoletos antiguos que lo reciclan, lo pintan
de nuevo y te lo venden como algo nuevo.
Cursos de
optimización de rendimiento de trabajadores en la empresa en el 2016, pero con
la mentalidad y tecnología del 2006. Una pena pero es así. Te venden la idea de
que puedes usar la tecnología de la nube, por ejemplo, pero no te explican para
que lo puedes usar o en que te beneficia. Sólo que lo puedes usar en cualquier
lado, como si de un vulgar hosting externalizado fuese o como los más avezados
La mayoría
de la gente sólo hacen cursos de lo antiguo, presentado como nuevo, en pos del
“autoreconocimiento”, del “autoconsuelo”, ya que lo nuevo les aterra.
No aceptan
las nuevas tecnologías, aunque ahorren dinero, aunque se reduzcan costes. Ni
mucho menos aceptan las nuevas formas de enfocar las soluciones. Muchos son
conservadores y, aunque lo antiguo sigue siendo muy doloroso (y cada vez más),
aceptan ese dolor como algo “normal y necesario”. Y lo peor es la prepotencia
que gastan alardeando de sus conocimientos anticuados y anquilosados, llegando
a llamar “locos” o “inconscientes” a los que hacemos cursos novedosos.
Papá Vader
hizo hace ya 20 años un curso llamado “Dirección de Empresa”. A Papá Vader le dijeron
de haber gastado un año de su vida estudiando algo inútil e inservible. Le
tacharon de perdedor por no saber elegir bien el curso, le señalaron con el
dedo por ser un “loco inconsciente”,… Hoy este curso se llama MBA (Master
Busines Atministration) y hay gente que gastan un pastón por aprender el mismo curso.
En su época costó 2’5 millones de Pta. Hoy el mismo está por encima de los 30.000,-
€.
Por eso me pregunto:
¿Estáis preparados para los nuevos retos? Son muchos y están llegando con mucha
rapidez.
Papá Vader.
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