Últimamente
Papá Vader está tranquilo consigo mismo y perdona al resto de la humanidad de
lo que pueden llegar a hacer en el día a día. Pero Papá Vader sigue sin soportar
a un tipo determinado de gente. Los perdona, pero no los soporta.
Ni Papá
Vader ni la gente con más de tres dedos de frente y un saber hacer mínimamente
decente.
Hay grandes
motivos, experiencia lo llaman algunos, por los cuales la paciencia no logra
alcanzar esos niveles que quisiéramos tener, por lo que solemos terminar alejándonos
sin dar explicación alguna de ciertos personajes (ni hace falta explicárselo a
nadie, y mucho menos a ellos), antes que nos saquen de quicio y rompamos alguna
norma interna que podamos tener (usar el lado oscuro para estrangularlos a
distancia, puede ser una de las consecuencias).
Cierto es
que todos somos algo molestos en un momento determinado, nadie se salva de ello
, pero es que hay ciertos individuos que no sólo no hacen nada por evitarlo,
sino que lo hacen con saña y alevosía, personajes que son irritantes siempre o,
simplemente, no aportan nada a nadie de los que le rodean; incluso restan aportes
al resto de la humanidad.
No a todo el
mundo le desagrada el mismo tipo de gente, faltaría más. Por ejemplo, los
odiosos que os voy a explicar, odian a los rectos, a los que triunfan y los que
saben hacer las cosas. O sea, lo contario que ellos.
En este caso
pongo 4 tipos, los más característicos, que prácticamente engloban a todos los
tóxicos en general y los que, por desgracia, últimamente solemos muchos
encontrarnos.
Los que no cumplen su palabra.
Confiar en
alguien suele ser un acto de fe entre personas, para unos es algo más fácil que
para otros, ya que la vida nos va enseñando a base de tropiezos que no todas
las personas, pocas, son de fiar.
Existen
muchos individuos con mucha cara dura
que se acercan a nuestras vidas ofreciendo humo. Estos individuos (me niego a
llamarlos personas), no tienen escrúpulo alguno en incumplir su palabra, sus
promesas, prometiendo mil cosas que saben que jamás van a cumplir. Nos hacen
muchas promesas falsas, que terminan cayendo en saco roto por su propio peso,
realizadas para conseguir algo de nosotros para su beneficio. O simplemente con
el fin de querer aparentar a alguien que no serán nunca.
Los que lloran por todo.
Este
aparentemente es opuesto al primero, pero podemos encontrar a ambos perfiles en
un mismo tipejo. Estos van siempre llorando por todo y en especial de que todo
el mundo le hace eso o le hace aquello, o que todas las desgracias del mundo
les pasa nada más que a ellos.
Son
especialistas en crear mal rollo allí por donde van, de poner a unos contra
otros a base de sus lloros y quejas, como si el ambiente a su alrededor se
volviese oscuro, tétrico y mal oliente.
A veces, pocas,
este tipo de personas son así porque les ha pasado realmente algo malo, que se
la han hecho pasar canutas. Pero en la mayoría de los casos son gente que, como
en el tipo anterior de los que no cumplen con su palabra, buscan obtener algo
de los que les rodean, un beneficio, conseguido por dar lástima, una lástima
falsa e irreal.
Los envidiosos
Los tipejos,
a darse la mano con los que no cumplen la palabra, que más repelús pueden
llegar a dar, son los que envidian lo que hacen otros, los que critican y
buscan lo negativo de las personas.
Estos
individuos (tampoco puedo llamarlos personas), suelen expresar en la sombra y
en “le petit comité” barbaridades de otro, de nosotros, diciendo que no son de
fiar, que son ladrones, estafadores, caraduras, bla, bla, bla,… Y todo porque
tenemos o hemos conseguido algo que ellos anhelan tener y conseguir.
Realmente
esta gente se piensan que eso nos ha llegado por poder divino, por enchufismo,
por amiguismo. Por norma general son gente que se sientan a esperar a que les
pase a ellos, “sin pegar ni el sello”. Y por el simple hecho de ponerse a
hacerlo, evidentemente no lo consiguen. Y como no lo consiguen, somos los demás
los que le hemos quitado el triunfo, quien le han quitado ese premio de esa
forma tan injusta, que somos unos mangantes porque él no está en la
organización de un evento, somos los que le hemos arruinado la vida por no
hacer lo que ellos querían que hiciésemos,…
Los que se creen superiores al resto de la
humanidad
Y por último
me quedan los que miran por encima del hombro a todo aquel que considera no
digno de vivir, los que se sienten superiores al resto de la humanidad, por el
simple hecho de creerse que saben hacer algo que los hacen los mejores seres
humanos y a veces hasta casi unos santos o súper héroes.
De estos
podemos hacer una lista sin fin, pero se reconocen porque se creen que hacen
algo infinitamente mejor que otros. Y si se encuentran con otro que lo hace
mejor, aparece la vena envidiosa y se dedicarán a menospreciarlos y, si pueden,
a hacerles el vacío social.
Y los peores
dentro de este grupo, son los que se creen con el único derecho inalienable de
decidir que tenemos que decir y que hacer, y no nos olvidemos de que también so
los que deciden como debemos hacerlo, como si fuesen dioses que pueden decidir
si vivimos o si no merecemos seguir viviendo.
Pero recordad: Para no caer en su mismo
nivel ni en su juego, lo más importante, mis jóvenes padawanes, es la
tolerancia y el respeto incluso para estos tipejos. Un maestro jedi que tuve
hace ya muchos años, me comentó que para evitarlos, lo mejor es cambiar de cera
y seguir nuestro viaje en la misma dirección.
Papá Vader.
Imagen:
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